Y es que cada día que te digas eso, es un día en el que fracasarás. La dilación garantiza el 100% de fracaso.

Fracasarás porque posponer las cosas significa que ya has decidido no intentarlo siquiera. La dilación no sólo significa que dejarás el trabajo para mañana, sino que ni siquiera te vas a dar la oportunidad de progresar.

La dilación significa dejar la oportunidad de hoy a un lado, con la esperanza de que las circunstancias de nuestro éxito se encontrarán en un futuro próximo, aunque también incierto. Un futuro donde tu tiempo, tu motivación, tu deseo y tus posibilidades son completamente desconocidas. Y la oportunidad de aplazar por un día que ni siquiera se nos garantiza que tendremos. Mañana no es una promesa para nadie.

Hoy no es un día que nos prometieron, hoy es el día de la posibilidad y la oportunidad, y tenemos el privilegio de vivirlo.

Así que no te tomes el día de hoy por sentado. Hoy es importante. El tiempo que pierdas hoy será un tiempo del que te vas a arrepentir y pensarás que ojalá pudieras vivirlo de nuevo.

Los Hábitos

El hombre es un animal de costumbres. Cuanto más pospongas las cosas, más tomarás ese hábito de seguir dejándolas para el futuro. Dejar tareas “para mañana” de vez en cuando no es un problema, pero hacerlo crónicamente sí lo es, cuidado: esto entraña sus riesgos.

Si tienes problemas con dilatar la decisión de pasar a la acción, a menos que cambies algo, no vas a mejorar.

Por el contrario, no cambiar nada y seguir aplazando tareas que no te apetece realizar constantemente sólo te conducirá a una cosa: consolidar la dilación como un hábito. Y cuanto más tiempo se espere para tratar con esta mala costumbre, más grave será el problema.

A pesar de todo, la dilación no es un problema sin remedio. Y en realidad es más fácil de resolver de lo que piensas.

Existen algunas técnicas, por ejemplo de la PNL (programación neurolingüística) que son tremendamente eficaces para acabar con este mal hábito para tareas concretas que estemos posponiendo.

Pero si no tienes acceso a estas técnicas o a un profesional que te ayude a aplicarlas, siempre puedes recordar que el hábito de dejar para más tarde es una garantía del fracaso en el día de hoy y que este pensamiento te sirva de motivación para que decidas dar el primer paso y comenzar la acción que estabas decidiendo posponer.